domingo, 28 de septiembre de 2008
TRATA DE PERSONAS. CONCEPTOS GENERALES "I"
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
La historia de la humanidad, nos enseña que una de las prácticas más humillantes y vejatorias a la que se sometió el género humano fue la esclavitud, por cierto institucionalizada en su origen.
Como práctica de sometimiento de un ser humano por otro, en sus comienzos, pudo ser entendida como un avance en la humanización, porque antes que se decidiera convertir en esclavo al vencido en una guerra, se lo ejecutaba.
Ciertamente las grandes civilizaciones de la antigüedad (romanos, griegos, persas, etc.), comprendieron y obtuvieron grandes beneficios de estas prácticas con sus vencidos; siendo la venta de esclavos, una de sus principales y más lucrativas actividades comerciales. Para esta época, la venta de humanos para el trabajo y el servicio era visto como una actividad lícita y que generaba una gran demanda. Y para obtener estos esclavos emprendieron diversas campañas, tanto militares como expansionistas y/o exploratorias.
En la Edad media, y junto a la era de los descubrimientos, este negocio se fue puliendo y afinando, fundándose desde ese momento en adelante en la discriminación por motivos raciales o de origen étnico, produciéndose sangrientas persecuciones y un crecimiento acelerado de las sociedades esclavistas, que tenían por mercancía: negros, indios americanos, chinos, etc.
Bajo este prejuicio racial numerosos grupos étnicos fueron esclavizados, perseguidos y vendidos. A pesar de que en el siglo XIX se sucedieron muchos tratados, declaraciones y convenciones para erradicar esta actividad comercial, que ya no tenia el carácter de licitud, del cual gozaba en años anteriores, su eficacia fue relativa, ya que no pudo frenar el trafico cada vez mayor de seres humanos, en razón de las altas ganancias que recibían estos comerciantes por cada uno de los ejemplares que lograban capturar en África y en América Latina y que eran comprados a elevados precios en los Estados Unidos, Europa y en el caribe por terratenientes españoles.
La esclavitud fue una realidad hasta el siglo XIX, cuando la noción de “derechos humanos” empezaba a llegar a las leyes escritas. Dinamarca fue, en 1792, el primer país europeo en prohibir la importación de esclavos.
Durante el siglo XX, La convención sobre la Esclavitud, de la Sociedad de Naciones en 1926, aprobada y asumida en 1953 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, por el cual los estados signatarios se comprometieron a prevenir y reprimir la trata de esclavos y a procurar la supresión de la esclavitud en todas sus formas.
En 1949, la misma Asamblea General aprobó el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, consolidando otros acuerdos internacionales que databan de 1904, en el que los Estados parte se comprometían a: prevenir la prostitución, rehabilitar a las prostitutas, reprimir a la trata de personas de ambos sexos con fines de prostitución y a suprimir las leyes, reglamentos, registros especiales y otras disposiciones impuestos a las personas que practican, o presuntamente practican, la prostitución.
En 1956, en una conferencia de ONU se aprueba la Convención Suplementaria sobre la abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas análogas a la Esclavitud, en la que se amplía la definición de esclavitud contenida en la Convención de 1926, para incluir la servidumbre por deudas, formas serviles de matrimonio y la explotación de niños y adolescentes.
A pesar de todos estos avances este fenómeno, considerado en el presente como criminal, se presenta cada vez mas organizado y adaptado a la era de la globalización para el logro de sus fines. Se puede avanzar un poco mas, y destacar que además se presenta como una actividad apoyada y financiada por entes y organizaciones poderosas, sin escrúpulos ni valores, y capaces de controlar toda una maquinaria secreta ya introducida en las más altas esferas de poder, cuyo único fin es el usufructo de las enormes y millonarias ganancias que genera este mercado ilegal.
Trafico Humano En La Actualidad
El trafico humano en sus diferentes formas y finalidades, es la expresión moderna de la esclavitud; y afecta como víctimas, principalmente a mujeres, niños y adolescentes, siendo el grupo etario más proclive a ser victimizado el correspondiente a los estratos sociales mas bajos y de aquellos países presentan mayor retraso o subdesarrollo
Se define a esta actividad ilegal como “el reclutamiento, transporte, encubrimiento o recepción de personas, por medio del uso de amenazas o el uso de la fuerza u otra forma de coacción. Los traficantes son aquellos que transportan emigrantes y se benefician económicamente o de alguna otra manera de las personas”; y en virtud de ello se reconoce al tráfico de seres humanos como una violación grave de los Derechos Humanos.
Se presenta en dos formas diferenciadas: la “trata de personas” y el “tráfico de personas”. En general estos términos son utilizados como sinónimos, pero a cada uno de ellos le corresponden conceptos diferentes.
Las víctimas de trata o tráfico, se ven obligadas a ponerse a merced de las redes criminales internacionales, se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad y expuestas a todo tipo de vejámenes y maltratos; es decir Las víctimas se ven sometidas a la fuerza, el fraude o la coerción a los fines de explotación sexual o trabajo forzado. Entre las víctimas se encuentran niños, adolescentes, hombres y mujeres.
La historia de la humanidad, nos enseña que una de las prácticas más humillantes y vejatorias a la que se sometió el género humano fue la esclavitud, por cierto institucionalizada en su origen.
Como práctica de sometimiento de un ser humano por otro, en sus comienzos, pudo ser entendida como un avance en la humanización, porque antes que se decidiera convertir en esclavo al vencido en una guerra, se lo ejecutaba.
Ciertamente las grandes civilizaciones de la antigüedad (romanos, griegos, persas, etc.), comprendieron y obtuvieron grandes beneficios de estas prácticas con sus vencidos; siendo la venta de esclavos, una de sus principales y más lucrativas actividades comerciales. Para esta época, la venta de humanos para el trabajo y el servicio era visto como una actividad lícita y que generaba una gran demanda. Y para obtener estos esclavos emprendieron diversas campañas, tanto militares como expansionistas y/o exploratorias.
En la Edad media, y junto a la era de los descubrimientos, este negocio se fue puliendo y afinando, fundándose desde ese momento en adelante en la discriminación por motivos raciales o de origen étnico, produciéndose sangrientas persecuciones y un crecimiento acelerado de las sociedades esclavistas, que tenían por mercancía: negros, indios americanos, chinos, etc.
Bajo este prejuicio racial numerosos grupos étnicos fueron esclavizados, perseguidos y vendidos. A pesar de que en el siglo XIX se sucedieron muchos tratados, declaraciones y convenciones para erradicar esta actividad comercial, que ya no tenia el carácter de licitud, del cual gozaba en años anteriores, su eficacia fue relativa, ya que no pudo frenar el trafico cada vez mayor de seres humanos, en razón de las altas ganancias que recibían estos comerciantes por cada uno de los ejemplares que lograban capturar en África y en América Latina y que eran comprados a elevados precios en los Estados Unidos, Europa y en el caribe por terratenientes españoles.
La esclavitud fue una realidad hasta el siglo XIX, cuando la noción de “derechos humanos” empezaba a llegar a las leyes escritas. Dinamarca fue, en 1792, el primer país europeo en prohibir la importación de esclavos.
Durante el siglo XX, La convención sobre la Esclavitud, de la Sociedad de Naciones en 1926, aprobada y asumida en 1953 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, por el cual los estados signatarios se comprometieron a prevenir y reprimir la trata de esclavos y a procurar la supresión de la esclavitud en todas sus formas.
En 1949, la misma Asamblea General aprobó el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, consolidando otros acuerdos internacionales que databan de 1904, en el que los Estados parte se comprometían a: prevenir la prostitución, rehabilitar a las prostitutas, reprimir a la trata de personas de ambos sexos con fines de prostitución y a suprimir las leyes, reglamentos, registros especiales y otras disposiciones impuestos a las personas que practican, o presuntamente practican, la prostitución.
En 1956, en una conferencia de ONU se aprueba la Convención Suplementaria sobre la abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas análogas a la Esclavitud, en la que se amplía la definición de esclavitud contenida en la Convención de 1926, para incluir la servidumbre por deudas, formas serviles de matrimonio y la explotación de niños y adolescentes.
A pesar de todos estos avances este fenómeno, considerado en el presente como criminal, se presenta cada vez mas organizado y adaptado a la era de la globalización para el logro de sus fines. Se puede avanzar un poco mas, y destacar que además se presenta como una actividad apoyada y financiada por entes y organizaciones poderosas, sin escrúpulos ni valores, y capaces de controlar toda una maquinaria secreta ya introducida en las más altas esferas de poder, cuyo único fin es el usufructo de las enormes y millonarias ganancias que genera este mercado ilegal.
Trafico Humano En La Actualidad
El trafico humano en sus diferentes formas y finalidades, es la expresión moderna de la esclavitud; y afecta como víctimas, principalmente a mujeres, niños y adolescentes, siendo el grupo etario más proclive a ser victimizado el correspondiente a los estratos sociales mas bajos y de aquellos países presentan mayor retraso o subdesarrollo
Se define a esta actividad ilegal como “el reclutamiento, transporte, encubrimiento o recepción de personas, por medio del uso de amenazas o el uso de la fuerza u otra forma de coacción. Los traficantes son aquellos que transportan emigrantes y se benefician económicamente o de alguna otra manera de las personas”; y en virtud de ello se reconoce al tráfico de seres humanos como una violación grave de los Derechos Humanos.
Se presenta en dos formas diferenciadas: la “trata de personas” y el “tráfico de personas”. En general estos términos son utilizados como sinónimos, pero a cada uno de ellos le corresponden conceptos diferentes.
Las víctimas de trata o tráfico, se ven obligadas a ponerse a merced de las redes criminales internacionales, se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad y expuestas a todo tipo de vejámenes y maltratos; es decir Las víctimas se ven sometidas a la fuerza, el fraude o la coerción a los fines de explotación sexual o trabajo forzado. Entre las víctimas se encuentran niños, adolescentes, hombres y mujeres.
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